La Región de Murcia se prepara para el Brexit
La salida del Reino Unido de la Unión Europea tendrá consecuencias inevitables para la Región de Murcia, con fuertes vínculos comerciales y turísticos con aquella nación, pero al mismo tiempo abre nuevas oportunidades que nuestra Comunidad Autónoma ya se está preparando para aprovechar.
Este fue uno de los principales argumentos expuestos en la mesa redonda convocada por la Fundación Mariano Ruiz-Funes para debatir sobre las consecuencias del Brexit en la Región de Murcia. Actuaron como ponentes el profesor Jorge Piernas López, doctor de Derecho de la Unión Europea e internacional en la Universidad de Murcia y Rafael Martínez Fernández, jefe de área de Competitividad Empresarial del Instituto de Fomento. El debate fue moderado por Manuel Pleguezuelo, director general de Participación Ciudadana, Unión Europea y Acción Exterior de la Comunidad Autónoma de la Región de Murcia.
Manuel Pleguezuelo recordó una reciente intervención de Michel Barnier, negociador jefe de la Unión Europea en el proceso de desconexión de Gran Bretaña, en uno de los foros comunitarios en Bruselas en los que participa la Región de Murcia. Barnier insistió en que la postura de la UE es negociar ‘con’ Reino Unido y no ‘contra’ este país, anteponiendo siempre los intereses de los ciudadanos comunitarios y británicos a cualquier otra prioridad. Esta actitud, estima Pleguezuelo, invita a pensar que el proceso de negociación no tendrá efectos dramáticos.
También recordó el responsable autonómico en asuntos relacionados con la Unión Europea que la decisión de Gran Bretaña de abandonar el club comunitario está teniendo, al menos, un efecto beneficioso inmediato: el fortalecimiento de la unidad del resto de países que permanecen en la UE.
El profesor Jorge Piernas efectuó un minucioso análisis de los acontecimientos registrados desde el momento del pasado año en que los ciudadanos británicos decidieron en referéndum, por un estrecho margen de votos, la salida de la Unión Europea y la posterior invocación por parte del Gobierno británico del artículo 50 del Tratado de Lisboa que regula la salida de un país miembro de la UE. Un artículo que, según Piernas, se incluyó “para no aplicarse nunca” y con una redacción compleja y ambigua. Precisamente esta circunstancia originó un primer problema de interpretación relativo a si la salida de Reino Unido de la UE es o no una decisión irrevocable. Finalmente, el Gobierno británico ha dejado de aludir a este extremo para evitar que el Tribunal de Justicia Europeo tenga que pronunciarse al respecto.
Respecto a cómo concluirá el camino abierto por el Brexit, Jorge Piernas se detuvo en analizar los pasos que restan durante los próximos dos años. El Consejo de la Unión Europea debe fijar las directrices para afrontar la negociación, lo que previsiblemente ocurrirá el sábado 29 de abril. Después será la Comisión Europea y el Gobierno británico los que establezcan los términos definitivos del acuerdo de desconexión. Más tarde, le corresponde al Parlamento Europeo ratificar el documento, si bien esta institución comunitaria ya ha reivindicado que quiere jugar un papel activo en el proceso de negociación. Finalmente, será el Consejo Europeo (es decir, los jefes de Estado o de Gobierno de los países miembros) el que deberá aprobar por mayoría -20 sobre 27- el acuerdo. Por último, el acuerdo debe ser ratificado individualmente por los veintisiete Estados de la Unión Europea.
También aventuró Jorge Piernas las posibles decisiones que contemplará el acuerdo relativas a asuntos tales como fronteras, garantía de los derechos de los ciudadanos británicos que residen en la UE y de países comunitarios que viven en Reino Unido o resolución de controversias futuras. Concluyó su intervención aludiendo a una cita de la novela Historia de dos ciudades, de Charles Dickens, que refleja situaciones antagónicas similares a las actuales: la Unión Europea, a la hora de encarar el Brexit, dispone de una excelente oportunidad para cohesionar al resto de países miembros de no tropezar con la posibilidad contraria, que la UE se desmorone, tal y como vaticina Donald Trump.
Por su parte, el responsable del Instituto de Fomento presente en la mesa redonda explicó las medidas pioneras en España adoptadas por la Administración autonómica para analizar los efectos del Brexit en la Región y atajar sus consecuencias. Rafael Martínez recordó que Murcia exportó a Reino Unido el pasado año mercancías por un valor de 930 millones de euros, lo que supone el cinco por ciento de las ventas de España a aquel mercado y casi el diez por ciento de las exportaciones anuales de la Región. Más de quinientas empresas murcianas tienen actualmente relaciones comerciales con Reino Unido, mientras que el cuarenta por ciento de los turistas extranjeros llegados a Murcia en 2016 procedían de Gran Bretaña. Datos estos que confirman la importancia del mercado británico para diferentes sectores de la economía regional.
Rafael Martínez lanzó un mensaje de tranquilidad ante el proceso de desenganche británico, señalando que las empresas murcianas está preparadas para competir en mercados cada vez más volátiles e inciertos, si bien habrá que reforzar determinadas estrategias para encarar con éxito el Brexit.
El Gobierno regional se apresuró, meses atrás, a diseñar un plan para paliar los efectos de la separación del Reino Unido. Rafael Martínez detalló las medidas ya adoptadas, con la participación activa de diferentes sectores implicados: agroalimentación, industria química, mobiliario, metal, tecnología y vinos, principalmente.
Se han creado diferentes grupos de trabajo para seguir puntualmente las negociaciones derivadas del Brexit e intentar adelantarse a sus consecuencias. También se han intensificado la coordinación con las autoridades nacionales del área económica. Asimismo, los diferentes sectores productivos regionales están siendo sometidos a un profundo análisis de las debilidades, amenazas, oportunidades y fortalezas originadas por la desconexión británica.
También se incidirá en la formación de los empresarios autóctonos en materia de seguros de cambio y otras fórmulas financieras para mitigar los efectos de la devaluación de la libra y, finalmente, se incrementarán las acciones en busca de nuevos mercados alternativos.